El Rey Melchor repartirá jamones, móviles, electrodomésticos y bicicletas en la Cabalgata de Reyes de Marchena
La carroza del Rey Melchor en la Cabalgata de Reyes de Marchena, que este año estará encarnado por Antonio Frías, llegará a la tarde del 5 de enero con importantes novedades en el reparto de regalos, combinando grandes premios, animación y un especial cuidado hacia los colectivos más sensibles.
Respeto al tramo sin ruido
Antonio Frías ha confirmado que desde su carroza se respetará de forma estricta la zona sin sonido habilitada para niños con autismo, situada desde la esquina de la avenida Maestro Santos Ruano hasta la rotonda del centro de salud. En ese tramo no habrá ruido ni elementos sonoros, en línea con el planteamiento general de la cabalgata para garantizar una experiencia más tranquila a las familias que lo necesiten.
Premios directos gracias al comercio local
Fuera de esa zona, la carroza de Melchor mantendrá la alegría habitual de la cabalgata y se convertirá en una de las más llamativas por el tipo de regalos que se lanzarán al público. Gracias a la colaboración de numerosos comercios de Marchena, se repartirán premios directos como teléfonos móviles, bicicletas, electrodomésticos y vales de consumo para puestos del mercado de abastos, tanto de pescadería como de frutería, además de otros regalos aportados por el comercio local.
Trece jamones a lo largo del recorrido
Uno de los grandes atractivos será el lanzamiento de trece jamones a lo largo de todo el recorrido. De ellos, cuatro se repartirán mediante sorteo a través de la ONCE y los nueve restantes serán premios directos. Aunque algunos puntos del itinerario contarán con mayor protagonismo como es la barriada Madre de Dios, el propio Rey Melchor ha subrayado que el reparto se hará pensando en todo el pueblo de Marchena y no solo en un barrio concreto.
Fuegos artificiales de baja intensidad
Como parte de ese equilibrio entre diversión y sensibilidad, la carroza incorporará fuegos artificiales de baja intensidad sonora. Se trata de elementos con menor impacto acústico, pensados para respetar tanto a niños con autismo como a los animales, sin renunciar del todo al componente visual y festivo propio de la jornada.