El pasado 27 de julio, 16 jóvenes, alumnas y antiguas alumnas del colegio 'Santa Isabel' de Marchena, junto con Sor Teresa y Mª Jesús, animadoras del Movimiento 'Paz y Bien' al que pertenecen, se pusieron en camino rumbo a Roma para vivir el Jubileo de los Jóvenes con el papa León XIV.
Este camino lo hicieron junto a unos cien jóvenes del Movimiento Paz y Bien de las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones, unidos a la peregrinación de los Franciscanos de España.
Antes de llegar a Roma, hicieron parada en el colegio que las Hermanas tienen en Mataró y en los salesianos de Alassio.
Una vez en Roma fueron poco a poco adentrándose en esta experiencia tan enriquecedora. Primero con los Franciscanos de toda Europa con la experiencia Tau; luego, unidos a los peregrinos de toda España —más de 30.000 jóvenes—, en un momento histórico, para celebrar la eucaristía en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.
El momento culminante de la peregrinación fue la vigilia de oración y la eucaristía en Tor Vergata, donde se unieron con un millón de jóvenes de todo el mundo para celebrar con el papa León XIV el regalo de la esperanza, de la fe en Jesucristo y ser enviados como sal y luz de la tierra.
Tuvieron la oportunidad de finalizar la peregrinación en Asís, cuna del franciscanismo, recorriendo los lugares centrales relacionados con la vida del pobre de Asís: desde su tumba, pasando por San Damián, la tumba de Carlo Acutis y la basílica de Santa Clara, donde se encuentra el Cristo de San Damián.
Ahora, como peregrinos, es cuando empieza el verdadero camino en lo cotidiano: en casa, con los amigos, en los lugares de trabajo. Ha sido una experiencia increíble en la que se han dado cita los lazos de fe, fraternidad, sencillez y alegría franciscana: signos de esperanza para nuestra sociedad.
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Testimonios de las jóvenes que han participado en la peregrinación
Mariola Duarte: “El jubileo para mí ha sido una experiencia nueva y maravillosa. Me ha ayudado a acercarme mucho más a Dios.”
Maria García: “El jubileo en Roma fue el encuentro más especial en el que he tenido la oportunidad de participar, conociendo a gente maravillosa, compartiendo momentos como una sola familia y encontrándonos con el Señor en cada gesto y oración. Todos esos momentos llenos de luz, fe y, sobre todo, esperanza quedarán grabados en mi corazón para siempre.”
Paula Lora: “Para mí el jubileo ha sido la mejor experiencia y viaje que he hecho hasta ahora. Creo que ir ha sido la mejor elección que he hecho, ya que mi pensamiento era no ir porque no iba nadie de mi edad y no tenía mucha relación con las niñas, pero algo me dijo que fuera. Llegué con muchas dudas y preocupaciones que creo que están resueltas. Además, pienso que ha reforzado mi fe y confianza en Dios. Ha sido bastante duro para mí por mis condiciones de bus, comida y tal, pero ha merecido mucho la pena; el Señor me lo ha recompensado.”
Alba Pazos: “Es Jesús quien nos espera cuando nada de este mundo nos satisface”, papa León XIV. “En esta experiencia he aprendido a valorar más las cosas sencillas y cotidianas del día a día; he sabido ver al Señor cuando menos me satisfacían las cosas. Ha sido impresionante ver a millones de personas reunidas por una sola razón: la fe que nos mueve a todos y la cual nos ha traído hasta aquí. Al igual que el silencio de millones de jóvenes ante Él. Vuelvo con el corazón lleno de fe y dispuesta a repartir esperanza allá a donde vaya.”
Julia Puerto: “Para mí el Jubileo de la Esperanza ha significado unión. Unión con el Señor, que nos demuestra que los adolescentes nunca estaremos solos y que siempre tendrá una respuesta para nosotros. Y unión con los demás, ya que hemos estado dispuestos a complementarnos la fe unos a otros y poner una cara amiga cuando los demás se quedaban sin fuerzas.”
Ángela de la Cruz Perea: “Esta experiencia ha dejado una huella imborrable en mi corazón. Me ha conmovido muchísimo ver a tantas personas diferentes unidas por la misma fe en Dios, compartiendo esperanza, amor y oración. Sentí una conexión muy profunda, como si todos formáramos una gran familia. Me llevo personas increíbles, que sin duda alguna son mandadas por Dios.”
Lucia Mateo: “Para mí este jubileo ha significado fraternidad y valoración de las cosas más sencillas, pero sobre todo servicio. Hemos sabido ser hermanos además de amigos. Todo ha sido de todos, compartiendo tanto cosas materiales como inmateriales. También he aprendido a dejarme abrazar por el Señor y confiar en su misericordia.”
Ana Cristina Pazos: “Para mí el jubileo ha sido espiritualmente una oportunidad para dejar atrás lo que no me hacía feliz y volver a empezar una nueva etapa junto a Jesús.”
Angela Navarro: “Aquellos que creen, nunca estarán solos”, papa León XIV. “En esta experiencia me he dado cuenta de la importancia de esta reflexión. En el jubileo, gracias a fray Madu, he entendido que, pase lo que pase, el Señor siempre te acompaña y te levanta si te caes. También me llevo a personas muy bonitas con las que he compartido grandes momentos.”
Carmen Huerta: “Para mí, el jubileo ha sido una aventura que, además de acercarme muchísimo más a Dios y al camino de la fe, me ha enseñado a superarme cada día sin importar las condiciones.”
María Fernández: “Mi experiencia en el jubileo ha sido muy especial. Viví momentos de unión, reflexión y alegría junto a miles de jóvenes. Fue una oportunidad para fortalecer mi fe, compartir desde mi corazón y sentirme parte de algo mucho más grande, unidos todos por el amor de Dios.”
Ana Coronado: “El jubileo ha sido una experiencia inolvidable y que me ha ayudado mucho a reforzar mi fe. En él he conocido a gente muy buena y he tenido unas experiencias increíbles. ¡Gracias, Señor, por permitírmelo!”
Alejandra Ponce: “Mi experiencia de este jubileo ha sido conocer más a fondo el amor que Dios nos tiene, hasta el punto de morir por nosotros. Yo ya tenía a Dios súper presente en mi vida, pero esto me ha hecho sentirlo muy cerca.”
Carolina Olmedo: “Para mí, el jubileo ha sido un momento para reconectar con mi fe y volver a tener la confianza de que Dios siempre guía mi camino. Me ha llenado de paz y fuerza para seguir adelante siempre con esperanza.”
Manuela García Pérez: “El jubileo, para mí, ha sido una vía directa hacia Dios. Me he dado cuenta de que Él me ha acompañado en momentos donde pensaba que estaba sola y me ha resuelto algunas dudas, aunque verdaderamente siga teniendo muchas más. Ha sido una experiencia en la que cada vivencia me ha enseñado algo.”
Adriana Ruiz: “Para mí el jubileo ha significado unión, donde he sentido una mayor cercanía con Dios y con las personas que me rodean. Ha sido una oportunidad para fortalecer mi fe, renovar la esperanza y vivir con más alegría y unidad. Me ha recordado que, a pesar de las diferencias, todos podemos caminar juntos con amor y confianza en Dios.”
