Más de 150 alumnos de Osuna protestan por la suspensión de dos programas de empleo

El Ayuntamiento denuncia que la Junta reconoce un error en el proceso de selección pero mantiene la suspensión de los programas

Osuna ha vivido una jornada de protesta en la que más de 150 alumnos y monitores de los programas de empleo y formación se han concentrado ante la Delegación Territorial de Empleo de la Junta de Andalucía. Bajo el lema "No más castigos ni discriminación", han exigido que se revoque la suspensión de dos de los quince programas que actualmente desarrolla el Ayuntamiento.

La alcaldesa arropa a los afectados

La concentración ha contado con la presencia de la alcaldesa, Rosario Andújar, acompañada de la delegada de Formación y Recursos para la Empleabilidad, Asunción Bellido, y miembros del equipo de gobierno. "Hemos alegado todas las posibilidades y les hemos dado razones para que estos programas pudieran continuar durante todo el año, pero no se ha tenido en cuenta ni una sola de las alegaciones", ha lamentado la regidora.

Un error reconocido por la Junta

Según ha explicado Andújar, la propia Delegación Territorial ha admitido en la resolución que hubo errores en el proceso de selección, pero no ha asumido las consecuencias. "35 familias se van a quedar sin recursos, sin prestaciones y sin subsidios. Personas que habían asumido un proyecto de vida tras firmar un contrato de trabajo", ha denunciado.

Problemas de impagos

A esta situación se suma el retraso en el pago de los salarios de los alumnos de los programas que sí continúan en marcha. La Junta adeuda 6,5 millones de euros al Ayuntamiento, lo que ha provocado que el consistorio tenga que adelantar la nómina de agosto con fondos propios.

Amenaza de acciones legales

La alcaldesa ha adelantado que presentará nuevas alegaciones y que, si es necesario, acudirá a la vía contencioso-administrativa para defender los derechos de las familias afectadas. "Es indignante. Acudiremos a los tribunales si hace falta", ha asegurado.

Los alumnos también alzan la voz

Representantes de los afectados han mostrado su indignación y han exigido soluciones. "No somos 30 personas afectadas, somos 30 familias", ha subrayado Mª José García, alumna de uno de los programas suspendidos.