La Policía Nacional ha logrado esclarecer el homicidio del cadáver que apareció calcinado el pasado 1 de septiembre en un tramo cubierto del Canal de los Presos, ya en el término municipal de Alcalá de Guadaíra. El hallazgo se produjo en una zona de difícil acceso cercana al Camino del Chorrito, lo que obligó a movilizar a unidades especializadas para recuperar el cuerpo.
Investigación compleja por el estado del cadáver
En el primer examen, el cuerpo se encontraba completamente calcinado y en avanzado estado de descomposición, lo que impidió su identificación inmediata. Fue la autopsia la que permitió determinar que la muerte se produjo por un disparo en la cabeza. Con este dato, los agentes centraron la investigación en el barrio sevillano de Los Pajaritos, donde la víctima residía.
La Operación LEDA aportó las claves del caso
Durante los meses siguientes, los investigadores recopilaron nuevas informaciones, especialmente en el marco de la Operación LEDA, desarrollada en octubre en puntos de venta de droga de Los Pajaritos. Según las pesquisas, el homicidio ocurrió a mediados de agosto en el interior de un punto de venta de estupefacientes.
Detenciones tras registrar varios inmuebles
Los agentes acreditaron que, tras el asesinato, el autor material contó con el apoyo de su entorno familiar para deshacerse del cadáver. La investigación sostiene que el cuerpo fue trasladado en un vehículo hasta el Canal de los Presos, arrojado por un hueco y posteriormente incendiado con gasolina.
Con estos indicios, la Policía Nacional realizó dos entradas y registros, deteniendo al presunto autor del disparo y a una mujer por encubrimiento. Ambos han pasado ya a disposición judicial, decretándose prisión para el principal investigado.