Brígida Maldonado fue la primera mujer conocida en regentar una imprenta en Andalucía. Librera e impresora, asumió la dirección de la empresa sevillana Cromberger tras la muerte de su marido, Juan Cromberger, manteniendo durante cinco años el liderazgo de un negocio que en su época imprimía dos de cada tres libros de la península ibérica.
El Archivo Histórico Provincial de Sevilla exhibe hasta finales de agosto documentos que acreditan su papel, entre ellos un poder notarial fechado en mayo de 1541 y firmado por la “triste Brígida Maldonado”, así como su testamento de 1590 y escritos en los que es citada como “la ynprimidora”.
Gestión innovadora
Nacida en una familia de libreros de Salamanca, Brígida decidió dirigir la imprenta en nombre de su difunto esposo hasta que su hijo mayor, Jacóme, alcanzara la mayoría de edad. Durante ese tiempo impulsó traducciones de Erasmo de Rotterdam y obras de Juan de Cazalla y Constantino Ponce de la Fuente, incorporó nuevas estrategias comerciales y negoció la renovación del monopolio para imprimir y vender libros en el Nuevo Mundo.
Un caso excepcional
El historiador británico Clive H. Griffin subraya que su trayectoria fue “francamente excepcional” y demuestra que las mujeres tuvieron un papel más activo en el mundo del libro del siglo XVI de lo que se creía. En 1545, Jacóme Cromberger tomó el relevo, cerrando la etapa en la que Brígida lideró de forma discreta pero decisiva la imprenta más influyente de su tiempo.