Activar la respuesta mitocondrial a proteínas mal plegadas (mtUPR) podría ser una estrategia terapéutica viable para combatir la encefalopatía etilmalónica, una enfermedad neurodegenerativa rara, grave y sin tratamiento efectivo. Así lo ha demostrado el grupo de investigación ‘Desarrollo y enfermedades musculares’ del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), liderado por el científico marchenero José Antonio Sánchez-Alcázar, en un estudio recientemente publicado en la revista Antioxidants.
Restaurar la función mitocondrial en células de pacientes
La encefalopatía etilmalónica, causada por mutaciones en el gen ETHE1, genera una acumulación tóxica de compuestos como el sulfuro de hidrógeno y el hierro, lo que daña las mitocondrias y produce estrés oxidativo severo. Esto se traduce en problemas neurológicos como retraso del desarrollo, debilidad muscular y convulsiones.
El equipo del CABD ha probado en fibroblastos (células dérmicas) de pacientes una combinación de suplementos de fácil acceso comercial: pterostilbeno, nicotinamida, riboflavina, tiamina, biotina, ácido lipoico y L-carnitina. El tratamiento consiguió restaurar funciones mitocondriales esenciales, normalizar el metabolismo del azufre y del hierro, y reducir el estrés oxidativo, lo que supone una mejora significativa del entorno celular.
Una vía prometedora para enfermedades mitocondriales
El estudio, firmado en primer lugar por el investigador José Manuel Romero Domínguez, forma parte del proyecto MITOCURE para la encefalopatía etilmalónica (MITOCURE-EECURE), y se ha desarrollado en colaboración con la Asociación de pacientes ‘Todos con Adán’.
La plataforma MITOCURE analiza la eficacia de terapias farmacológicas en células de pacientes con mutaciones mitocondriales. Actualmente se están evaluando más de 30 mutaciones distintas que alteran el proceso de producción energética celular, con el objetivo de abrir nuevas posibilidades en el tratamiento de estas complejas enfermedades.
Hacia un ensayo clínico en Sevilla
El grupo del Dr. Sánchez-Alcázar trabaja en coordinación con el Dr. Andrés Rodríguez Sacristán, de la Unidad de Neuropediatría del Hospital Universitario Virgen Macarena, para trasladar estos hallazgos a ensayos clínicos en pacientes reales mediante medicina de precisión personalizada.
Además del proyecto MITOCURE, el equipo también lidera otras investigaciones como MYOCURE (miopatías congénitas), BRAINCURE (enfermedades neurodegenerativas con acumulación de hierro) y CANCERCURE (terapias personalizadas para cáncer hereditario). Todo este trabajo se desarrolla en el CABD, un centro mixto del CSIC, la Universidad Pablo de Olavide y la Junta de Andalucía.
